viernes, 21 de agosto de 2009

HE LUCHADO

He luchado contra mi propia imaginación
Incredulidad y desesperación
Soy mi peor enemigo
Trato de ser mejor y no lo consigo
Y tengo mil agravantes
Muchísimos más que antes
Miles de resbalones incesantes

Y ahí se bifurcan y conjugan
Se desarticulan y congregan
Abajo y adentro, arriba y afuera
No puedo escapar a la verdad certera
Se fraccionan y amontonan
Me devuelven y me toman…

Pero algún día todo acabará…
Algún día todo acabará…
Todo acabará…

He luchado contra mi propia persona
Pierde aquel que se rinde y perdona
Soy mi peor enemigo
Pero aún así te quiero conmigo
Y tengo mil inconvenientes
Mucho más de los que consientes
Miles de luchas pendientes

Y ahí se entrelazan y divergen
Se aglutinan y emergen
Abajo y adentro, arriba y afuera
No puedo escapar a la verdad certera
Se desgarran y conservan
Me acarician y me enervan..

Pero algún día todo acabará…
Algún día todo acabará…
Todo acabará…

ALEATORIO

Caía la tarde
En aquel concurrido lugar
Recordando viejos tiempos, amigo mío

Tímido cobarde
Es imposible de olvidar
Nuestra juventud y su eterno brío

Charlando de la vida y sus divisiones
Como en pasadas ocasiones
Queriendo ocultar lo incuestionable
Queriendo que no te hable
De lo curioso que es esto de amistar
Parece que no vamos a cambiar

Finalmente, tuve que preguntar
Dime tu manera de pensar
Y la respuesta fue poco convincente
Pareces bastante indiferente
Dices que no confías en las emociones
Vienes, vas, quitas y pones
Excusas…

¿Qué más da si fallamos?
Acaso el miedo nos exime de la victoria
No es siempre la misma historia
Cómo saber lo que pasará si no nos exponemos
A la aventura a la que tanto tememos…
Cómo planificar algo tan aleatorio
Aunque el futuro no luzca promisorio

Háblame…

DUEÑO DEL REBAÑO

Miles acuden a tu llamado
Líder desalmado
Escuchan tu palabra y sollozan
Mentira de la cual gozan
Y mientras mueves tus dedos envueltos en riquezas
Tus seguidores se llenan de falsas promesas
Y con tus manos preciosas cual diamantes
Consagras a millones de ignorantes

Oh, Señor, Dueño del rebaño
Perfeccionista del engaño
De cara sabia y corazón extraño
¿No le tienes miedo a aquél que simbolizas?
Hay tantas mentiras detrás de tu risa…

¡Deja en paz a todas las naciones!
¡No necesitamos tus atribuciones!

El estadio está saturado
Líder desalmado
Escuchan tu discurso y alaban
Las mentiras que nunca acaban
Y mientras tus acciones suben en el mercado
Tu pueblo continúa desabrigado
Y con tus promesas vanas pero persuasivas
Mantienes las esperanzas vivas
El diezmo que con milagros retribuyes
Viene del pueblo que destruyes

Oh, Señor, Dueño del rebaño
Perfeccionista del engaño
De cara sabia y corazón huraño
¿No le tienes miedo a aquél que simbolizas?
Hay tantas mentiras detrás de tu risa…

¡Deja en paz a todas las naciones!
¡No necesitamos tus atribuciones!

Miserable ladrón de sueños e ilusiones
Inconsciente de todas las repercusiones
De lucrar con la fe del ciego y del desahuciado
Absolutamente has desertado
Al Dios que tanto has profesado
Tu cáliz de oro y tu dinero resplandeciente
Producto de tu confianza deprimente
De nada valen las canas y la unción
Y los cánticos y la enorme función
Si los guías directo a la devastación
Tus manos más fuertes que el cáncer y la muerte
Son las mismas que nos dejan a nuestra suerte
Pero no sin antes pagar por entrar a verte

¿Acaso Dios está orgulloso de su cordero?
Farsante y cegado por el dinero…

Oh, Señor, Dueño del rebaño
Perfeccionista del engaño
De cara sabia y corazón huraño
¿No le tienes miedo a aquél que simbolizas?
Hay tantas mentiras detrás de tu risa…

¡Deja en paz a todas las naciones!
¡No necesitamos tus atribuciones!
¡Mentira!
¡Mentira!
¡Mentira!

RENACER

Con un nudo en la garganta
El ánimo nunca se levanta
Con el corazón pesaroso
Nada se vislumbra
Es el horizonte adverso
La confabulación de universo
Y del dolor inmerso
Compañero abnegado
Prácticamente degenerado

¿Y qué queda después de la muerte?
La lágrima que sale al verte
El sonido repetitivo
El único motivo
Todo lo que hace falta, todo lo que se necesita
La fuerza con la cual mi corazón palpita
La palabra que irrita…

Prometí no volver a mencionarte
Pero el silencio no garantiza
Que olvide tu sonrisa…

¿Y qué queda después de la merma?
Cenizas para que yo duerma
Las palabras a las que doy sentido
Quizás un último latido
Del corazón arrepentido
Todo lo que se requiere
Cuando el amor nos confiere…
Deseos de renacer.